
Cada gesto de mi cuerpo,
cada respiración,
cada mirada y cada paso,
son un acto de amor
sólo porque nacen
en la conciencia de serlo.
No importa mucho si se ven como tal.
No importa siquiera si se ven.
Cuando estoy amando, yo lo sé
la tierra entera me responde
y tú, a distancia, lo respiras
y cuando exhalas el aire
ya no es lo mismo,
vuelve a mí y ya no es lo mismo…
BEGOÑA ABAD
(Nacer para aprender, Volar para Vivir)