
No iré detrás,
no podrás detenerme,
no sujetaré tu paso
y no frenaré el mío.
No preguntaré hasta cuándo
y no te daré mi hora de llegada.
No diré para siempre
y borraré nunca del calendario.
No seré tu agua en el desierto
porque no quiero ser desierto, ni agua.
No te pertenezco,
ni soy capaz de ser tu dueña.
Únicamente te amo
¿tienes aún alguna duda?”
BEGOÑA ABAD
