Si pudiera secaría a besos cada una de tus lágrimas.
Borraría con caricias, cada una de tus cicatrices.
Arrancaría de cuajo cada puñalada recibida.
Te acunaría entre mis brazos,
aunque ni tú ni yo
tengamos edad para acunarnos.
Te susurraría al oído palabras dulces
que borraran los insultos, que espantaran tus miedos.
Cubriría con flores tu cuerpo cansado
y velaría tu sueño hasta desterrar tus pesadillas.
SILVIA CUEVAS MORALES